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QUIENES SOMOS

A finales de 2012 en riberas del río Tunjuelo, un grupo de jóvenes universitarias/os preocupados por las dinámicas sociales, culturales y económicas que frenan el acceso a estudios superiores de las jóvenes de barrios populares, se dieron cita para conformar un espacio educativo de calidad, alternativo y popular que tuviera como base fundamental el arte, la cultura, el ambiente y el territorio.

Desde entonces, hemos aprendido y desaprendido, hemos crecido y hemos replanteado caminos. Hoy, seguimos convencidos de la necesidad de espacios de formación para la transformación social y política, para desarrollar sensibilidades y para tejer desde el afecto y la creatividad. 

Así, como el río, queremos incidir en el territorio y complejizar la realidad de las personas con las que trabajamos, relacionarnos de nuevas maneras con las otras y el entorno (la naturaleza), trabajar en/con/desde la comunidad para ser alternativa a la educación que hemos recibido y que existe (una educación excluyente, que reproduce roles injustos y de opresión como el patriarcado, el consumismo, etc) y crítica a la pertinencia de la educación actual ante la realidad local y regional.

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¿Qué hacemos?
Planeamos, promovemos, gestionamos y dinamizamos espacios de aprendizaje que tengan como base expresiones artísticas, espacios culturales y acciones medioambientales, en conexión con el territorio.

 

 

 

 

¿Cómo lo hacemos?

Por un lado, nos apoyamos en las teorías constructivistas, aplicamos sus metodologías, siendo conceptos como el juego y la zona de desarrollo próximo elementos centrales para el desarrollo de nuestra propuesta.


Por otro lado, a partir de los saberes caminados desde la Educación Popular obtenemos diferentes y diversas herramientas, siendo algunas de las principales el diálogo de saberes y el diálogo cultural.


Todo lo anterior está guiado por una epistemología raizal que acentúa nuestro comprender sobre el contexto al cual pertenecemos para leerlo críticamente, meditar y actuar sobre el mismo reconociendo nuestras potencialidades y herencias. 

 

 


 
¿Por qué?
Porque como lo dijeron nuestras hermanas zapatistas, este mundo nos parece imposible. Por ello creemos en una educación emancipadora, comprometida y responsable, que dé un giro a nuestras ontologías y cosmologías para caminar hacia otro mundo posible, un mundo donde quepan muchos mundos.

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